Los sueños no son lo que parecen...son algo más.
Año 2133, el planeta tierra es azotado por la mayor sequía conocida.
Mares, océanos, ríos…nada se salva ante el desastre a la vez que cientos de seres vivos mueren, gran cantidad de embalses se seca, nuevas enfermedades aparecen junto a las plagas causadas por la escasez del preciado liquido.
¿Dónde quedan las tormentas y los huracanes? ¿Dónde ha quedado el vapor que generaba mares, océanos y demás? Nadie lo sabe, ni el científico más prestigioso haya la razón.
Como era de suponer, hemos de sumarle otro problema típico de los humanos…la guerra.
Países avanzados tecnológicamente buscan agua en los que no lo son tanto, sucumbiendo los débiles fácilmente al hallarse sin recursos para defenderse.
Pero esta historia no tratará de países enfrentados…
Al noroeste del continente Blanco, antes conocido como Europa, hay una pequeña ciudad llamada Faren.
El cambio climático, muchos años atrás, dejó casi en su totalidad el continente cubierto de nieve, he ahí el motivo que ocasionó el cambio de nombre. Años después, con la llegada de la sequía y las guerras, las ciudades fueron quedando desiertas.
Pero sigamos con esta ciudad, de pocos habitantes, y, en este momento, a salvo de las guerras.
Allí vive un joven de 17 años llamado Mark, de pelo negro, débil cuerpo y cubierto de harapos.
Su padre fue uno de los tantos que murió en un accidente estando en una expedición en busca de agua en las profundidades de la tierra, y su madre, cuando el apenas tenía 7 años desapareció, por ello Mark poco recuerda de ella.
El muchacho vive de las limosnas y la caridad de la casa de refugiados regentada por Rossela, a la cual ve como su segunda madre al haberse siempre ocupado de él.
Un día, mientras Mark estaba en la casa de refugiados, encontró entretenimiento escuchando la radio.
-
”Las tropas invasoras han tomado la ciudad de Kreus, y en estos momentos toman rumbo hacia el norte” - Mark giró la cabeza y miró a Rossela.
- Rossela ¿dónde está Kreus? - Preguntó curioso a la mujer.
- Está al sur de Faren...- Contestó con tono triste, Rosella apagó de inmediato la radio.
- Vete a jugar Mark.- murmuró algo preocupada mientras se agarraba las manos.
- Pero ¿qué pasará si nos invaden?- preguntó el joven asustado.
- No hay nada de lo que debas preocuparte, de eso ya se encargaran otras personas.- Lo tranquilizó la mujer.
Haciéndole caso a la mujer, salió de la casa para caminar por la ciudad. Al fijar su mirada al frente, se topó con un extraño edificio, aparentemente abandonado.
- Vaya, no recordaba que este edificio estuviera aquí...- Dijo Mark observándolo.
Si hay algo que destacar por encima de todo en este joven, es su gran curiosidad por todo lo que lo rodea.
Subió unas pequeñas escaleras hasta el portón, y viendo que estaba cerrado, se coló por una de las ventanas que estaba medio abierta, ya que su delgado cuerpo se lo permitía.
Al entrar, el muchacho encontró una gran sala vacía muy deteriorada, por lo que se dispuso a curiosear. Cuando Mark se quiso dar cuenta, ya había caído la noche, pero, al intentar salir por la ventana, gran fue su sorpresa al descubrir que está ya no se encontraba en el lugar.
- ¿Donde está la ventana? ¡Juraría que estaba aquí!- Decía muy asustado y nervioso mientras buscaba una forma de salir por la puerta principal, que permanecía fuertemente cerrada.
El joven notó una presencia cerca suya, pero al girarse, no había nadie y cuando volvió la cabeza hacia la puerta, varias siluetas le asaltaron, haciendo que éste cayese al suelo golpeándose la cabeza, dejándolo inconsciente...
Mark abrió los ojos lentamente mientras escuchaba el canto de los pájaros.
-¡¿Qué es esto?! … -Se preguntó levantándose sobresaltado, mirando a todos lados. Pudo observar que estaba rodeado de árboles y plantas.- Oh no… ¡¿estoy muerto?!...si… debe ser eso… ¡y estoy en el paraíso! –exclamó descontrolado por el pánico.
-Debo encontrar a alguien…-murmuró mientras echaba a correr entre la espesura.
Corrió directo a un claro qué pudo vislumbrar entre los árboles. Justo en medio se hallaba un pequeño lago de aguas cristalinas.
Sin pensárselo dos veces el joven se asomo al lago. Sus ojos no dieron crédito a lo que aquellas aguas reflejaban. En vez de su figura, el reflejo mostraba a un apuesto joven, de hermosos ropajes y formidable físico.
-Es…esto es una broma… ¿verdad?... ¿este soy yo?.. – se preguntó en voz alta el joven mientras se palpaba el rostros, acciones que eran reflejadas por el agua.
En ese momento, en el centro del lago empezó a formarse un cumulo de agua, sobresaltando al chico.
-¡¿Qué pasa ahora?! –exclamó al caer de espaldas por la sorpresa.
Del centro del lago surgió la figura de una mujer, completamente formada de agua que se mantenía suspendida en el vacío.
-Bienvenido al reino de los sueños joven Mark – murmuró con una dulce voz la mujer.
-¿Qui..Quien eres tú? ¡¿Y cómo sabes mi nombre?! – Titubeó el joven inclinándose hacia atrás, intentando alejarse de ella.
-Soy Luminia, guardiana del bosque… se muchas cosas… pero no tema joven Mark, no voy a hacerle daño…- murmuró la mujer, dejando que el eco de su voz recorriera el bosque.- yo misma te he hecho llamar a este mundo… Eres el elegido para salvarlo de la opresión de aquellos cuyo corazón está corrupto…-murmuró con voz melancólica.
-¡¿Yo?! ¡¿Y por qué tengo que ser yo?! –gritó levantándose y acercándose a la orilla del lago sin entender nada.
-Lo siento joven Mark… pero eso has de descubrirlo tu mismo…ahora, he de marcharme…- murmuró la guardiana de bosque, desapareciendo del lugar.
-¡Espera! ¡No me dejes aquí! – gritó el muchacho al lago.
-
“Busca tu camino joven Mark…” – se escuchó la voz de la guardiana entre los arboles.
- ¿Mi camino?... pero si estoy perdido… ¡no se a donde ir siquiera! –exclamó el joven, comenzando a caminar por el bosque, buscando dar fin con la espesura.
Al llegar al final de este, pudo ver que al fondo se alzaba un imponente castillo al final del camino.
-¡Es inmenso! – exclamó sorprendido, emprendiendo su camino hacia este, observando asombrado todo lo que lo rodeaba.
Mark sigue el camino que lleva hasta el castillo, no dejando de pensar en lo que le había dicho la guardiana del bosque. Este detiene su paso a medio camino atraído por lo que parecía una “ardilla”.
- Oh! Que cosa mas mona...- se agacha para acariciarla y justo en ese momento esa “ardilla” le muestra unas enormes fauces.
Mark se pega un susto por la reacción de esa criatura -¡AH! ¡De mona no tienes nada!- y da unos pasos hacia atrás. Pero por alguna extraña razón la criaturita se va despavorida.
- Jajajajaja creo que se ha dado cuenta que no tiene nada que hacer contra mi. - muy orgulloso de ello Mark mira hacia el suelo y ve una enorme sombra que cubre una extensa área. El joven aventurero mira hacia el cielo viendo como una gran criatura pasa por encima de su cabeza.
- ¡¿¿Que demonios es eso??!- Sale corriendo hasta toparse con un aciano algo enclenque. - ¡Huya huya! ¡O se lo comerá!- El anciano haciendo caso omiso saca un viejo arco con una flecha de punta mellada, este apunta temblorosamente y lanza la flecha que apenas tiene fuerza...y ¡BOOM! La criatura explota como si de un globo se tratase no dejando nada de rastro.
- ¿Es una broma verdad? - Este aun sin creerse lo que había visto se vuelve hacia el anciano. - Oiga señor lo que acaba de pasar no es verdad ¿no? - El anciano se encoje de hombros y empieza a caminar hacia el bosque.
Mark llega al gran portón del inmenso castillo. Sin dudarlo empezó a golpearlo para que le abrieran
y así poder entrar en su interior. Al menos su intención era encontrar información de lo que estaba ocurriendo.
Se abre una pequeña abertura en la puerta por la que se asoma un rostro - !¿Quién va?¡ - Con voz grave dirigiéndose al muchacho.
Mark estaba nervioso y justo después de tragar saliva le contestó - Eh..Soy Mark -
- ¡¿Qué Mark?! - En un tono un tanto repulsivo. - P-pues Mark, Mark a secas -
- ¡No conozco a ningún Mark, largo de aquí no queremos a mas gente de afuera en el castillo! - Decía el portero mientras cerraba la ventanilla.
- ¡Pero señor no se ha donde ir, este no es mi sitio, estoy solo y perdido! - Mark desesperado no sabía que decir.
De repente sale volando un escudo y una espada vieja por encima del portón.
- ¡Ahí tienes y ahora largo! - Se escucha desde el otro lado.
Mark, con la cabeza agachada, coge los objetos, y nuevamente se dirige al bosque. Pero un grito de entre los árboles lo alertan y este sale corriendo para ver que ocurre.
Cuando llega encuentra al que le impacto bastante...Era una criatura con forma casi humana pero
carecía completamente de rostro. La criatura agarra a una bella joven de cabellos rojizos y con ropas desgastadas y sucias.
- ¡Socorro, ayudame por favor! - Gritaba la joven desesperadamente mientras unas lagrimas le caían de sus ojos.
Mark estaba tan asustado que era capaz de moverse. El miedo le comía cada vez más dejándolo inmóvil.
En ese momento una brisa se escurría entre los arboles abrazando al chico...- Recuerda lo que eres joven Mark...- La brisa desapareció y Mark agarró la espada con firmeza. Este salió corriendo hacia el monstruo -¡UUUOOOHHH! - De un salto ataca a la criatura golpeándole en el brazo y así lograr que soltase a la chica. La espada se parte en dos y la criatura de un golpe lo manda lejos.
- ¡GRRR! - Alzando su maza se dirigió con brutalidad hacia Mark.
El chico cerró los ojos sabiendo que era su fin, pero en ese instante un aura blanca comenzó a emanar de él, y justo antes de que aquella criatura le asestara el golpe final, una gran espada, de un maravilloso y brillante acero, lo detuvo.
Mark aun asustado abrió sus ojos mientras el aura desaparecía gradualmente y por completo.
- ¿Quien eres tu? - le preguntó a su salvador, un hombre alto, de fuerte constitución y con una cicatriz que le recorría el rostro desde el pómulo derecho hasta la barbilla.
- No hay tiempo para presentaciones. - Dijo rudamente el hombre.
Aquel hombre que blandía esa hermosa espada se giró rápidamente hacia la criatura, y de un fuerte tajo la partió en dos haciendo que esta se convirtiese en cenizas en un abrir y cerrar de ojos.
Mark estaba sorprendido de lo que estaba ocurriendo allí.
- ¡¿Que ha pasado,alguien me lo puede explicar?! - Sorprendido, Mark no sabe que hacer aun tirado en el suelo.
-Levanta...- Dice el extraño hombre mientras lo agarra fuerte del brazo.
-¡Ay¡ ¡Me haces daño!...Un momento, ¿donde está la chica?- Empieza a mirar para todos lados sin ver rastro de ella.
-¿Que dices muchacho?...Aquí solo estamos tu y yo- Dirigiendose al joven con una voz grave.
